lunes, 12 de noviembre de 2007

LA TV HOMOGÉNEA



Cada vez son más los programas de televisión basados en ideas extranjeras que consumimos. Hasta hace una década, la tv que veíamos abundaba en programas originales, mejores o peores, pero pensados desde acá y para acá (a excepción de alguna novela venezolana de la tarde). Sin embargo, desde hace algunos años llueven los formatos importados -sobre todo desde EEUU- y las productoras nacionales se pelean para conseguir los derechos de los programas más taquilleros en el norte del continente y que, a su vez, ganan espectadores locales a través de su transmisión en canales de cable.
La modalidad es casi siempre la misma: se copia el formato y la estructura, pero se introducen algunos elementos locales que definen alguna particularidad del lugar donde serán recreados.
Entre los que más repercución tuvieron, se cuentan la versión argentina de La niñera, que perdía la gracia y el humor inglés de la original y en contraposición mostraba a la protagonista como fanática de Valeria Lynch y haciendo chistes sobre Susana Gimenez. En este formato de sitcom (30 minutos de duración, centralidad de los personajes y no de la historia, gags y carcajadas de fondo), tan distinto de nuestra clásica telecomedia costumbrista, también se vieron ¿Quién es el jefe?, Casados con hijos, Amas de casa desesperadas, etc.
Realities como Transformaciones, El gen argentino y Bailando, Cantando, Patinando, etc... por un sueño también forman parte de la larga lista de productos que se colaron en nuestra televisión local. Se hace el éxito sobre lo ya exitoso, todo se recicla, ya no se arriesga a lo nuevo, lo original y lo representativo de lo propio. No solo nos tenemos que vestir iguales, comer las mismas cosas, comprar las mismas marcas, sino que ahora también nos tenemos que reir de los mismos chistes y hacer un gran esfuerzo para identificarnos con realidades (que por más que se quieran trasladar con localismos absurdos) siguen siendo muy diferentes.

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